La pandemia del coronavirus Covid-19 nos ha obligado a quedarnos en casa por orden del Gobierno. El confinamiento es obligatorio y hay que seguirlo a rajatabla para evitar más contagio y la propagación del virus. Pero tanto tiempo libre dentro del hogar, hace que quieras hacer actividades para entretenerte; como por ejemplo cambiar los muebles antiguos de lugar.
Es una de las distracciones más sencillas de realizar ahora que estamos confinados en casa. Buscar una nueva ubicación es una forma rápida, fácil y económica de transformar nuestro hogar. Parece algo sencillo, pero no es tan simple como parece. Por eso desde Zumadia te explicamos algunos errores comunes que suelen darse al cambiar los muebles de sitio.
Cómo cambiar los muebles antiguos de sitio eficazmente
- Planificación: el error más común es no planificar donde irá cada mueble. Si no has meditado bien el cambio de muebles, corres el riesgo de no tener el resultado ideal. Tomate tu tiempo, medita e incluso dibuja la nueva disposición de tu mobiliario. De esta manera podrás tener una visión global antes de hace nada.
- Armonía: cuando modificamos la posición, a veces puede quedar un batiburrillo de muebles de diferentes tamaños, colores e incluso estilos. Debes buscar la armonía en el cambio y algún elemento en común de todos ellos. Incluso si te atreves, puedes pintar los muebles o utilizar elementos textiles.
- Paredes y suelo: cuando deseas cambiar los muebles antiguos de sitio, debes tener especial atención. Necesitarás la ayuda de alguien si son muy pesados, porque no debes arrastrarlos para no rayar el suelo. Lo mismo se aplica a las paredes, si no quieres que se rayen o ensucien.
- Luz: la entrada de luz en un a casa es importante a todos los niveles. Hay que tener siempre en cuenta las aberturas y entrada de luz de la ventana. Colocar los muebles que ocupen más espacio al lado contrario de ventanas o puestas. De este modo conseguirás evitar sobras y tener una decoración más llamativa.
- Limpieza: cuando decides cambiar los muebles de sitio, es el mejor momento para decidir qué sirve y qué no. Aprovechar para tirar todas las cosas que no necesitas y llevas acumulando durante años. Incluso también los muebles que estén en peor estado, que puedes restaurarlos, donarlos o venderlos por Internet.