Dormir bien es fundamental para descansar y rendir al día siguiente. El colchón es una parte básica en ese sentido ya que éste debe adaptarse a tus necesidades. Pero a veces no prestamos tanta atención a la estructura de la cama y nos dejamos llevar por una la modernidad de las camas actuales. No hay que despreciar una cama antigua con historia, ya que puede ser lo que estabas buscando.
Dormir en una cama antigua puede ser mucho más que descanso; puede hacerte sentir especial y transportarte al pasado. Merece la pena contener una cama así en tu dormitorio. Una pieza de coleccionista digna de admiración que presidiara la decoración de cualquier lugar. Por eso desde Zumadia te damos las claves porque las que elegir una cama antigua.
¿Por qué escoger una cama antigua?
Porque es especial. Una cama antigua no es un simple envoltorio estructural como las camas modernas; cuenta una historia. Este tipo de artefactos son especial y te hacen sentir en otra dimensión totalmente diferente. Además ayuda a crear una ambiente acogedor en la decoración.
Porque es resistente. Algo que no tienen las camas actuales es una resistencia como las antiguas. Una cama del pasado es posible que haya aguantado entre 20 y 50 años. Has podido adquirirla en una tienda especializada o heredada de tus abuelos. Lo que quiere decir que ha soportado a mucha gente y mucha guerra; es una auténtica superviviente que sigue viva a través el tiempo.
Porque es increíble. La belleza que tiene una cama antigua no se puede comparar con nada más. Aporta estilo, carácter y se adaptar a tu decoración para convertirse en el centro de atención. Puede ser una pieza más en tu decoración vintage o combinarla de manera eficiente con un estilo moderno.
Elige tu cama antigua en Zumadia
Cama antigua de madera de nogal: esta cama se hizo con madera de nogal de muy buena calidad. Presenta un trabajo de ebanistería con bonitas decoraciones de formas y molduras. Tiene el cabecero y piecero iguales y un larguero más trabajado que el otro para poder girarla. Está tratada contra carcoma, acabada a muñequilla y un poquito de cera natural.
Cama antigua restaurada de caoba: tiene el cabecero con curva en el centro, sin embargo el piecero es recto y más bajo. Un costado es liso y el otro está trabajado con remates y molduras al igual que el larguero. Esto se hacía para poner el larguero al lado de la pared o en la zona menos vista de la habitación. Está restaurada, tratada y terminada a la cera.