Un candelabro en realidad es un portavelas donde se pueden colocar varias velas. Por lo general, el candelabro puede ser móvil y de un tamaño reducido. Aunque no es lo más común, sin duda los candelabros antiguos son complementos permanentes en las mesas de muchos hogares.

A veces los candelabros antiguos se quedan guardados en un armario esperando el momento de lucirse como en: Navidad, en grandes celebraciones, reuniones o alguna cena importante. Para que sepas sacarle el partido que se merecen, desde Zumadia queremos contarte un poco más sobre los maravillosos candelabros antiguos.

Así eran y así son los candelabros antiguos

Candelabros de bronceEn la antigüedad, los candelabros eran el mejor método de iluminación. Muchos de estos objetos permitían colocar más de una vela al mismo tiempo, teniendo mayor luz en un espacio. Sin embargo, los tiempos han cambiado y ahora las lámparas tienen una iluminación más potente. Por lo que los candelabros han quedado relegados a un ámbito decorativo o para crear un ambiente acogedor.

No hay que olvidar que su principal función es iluminarnos cuando la luz natural ha desaparecido. Los candelabros antiguos cumplían con ese objetivo y daban un valor estético y decorativo añadido, muy importante en los hogares. Clásicos, barrocos, de bronce o de cualquier otro material; los candelabros son productos que no pueden faltar nunca.

Se han convertido en un elemento decorativo que se adapta a la perfección a cualquier ambiente. Lo puedes colocar en la mesa del salón, en el comedor, la cocina o incluso cerca de centros de mesa. De hecho, pueden aportar un toque de elegancia y estilo muy difíciles de conseguir con otros objetos de decoración antiguos.

Hoy en día, son recurrentes en estilos decorativos más excéntricos como el Glam. Se caracteriza por combinar objetivos de estilos decorativos que son muy diferentes. Lo hacen para romper con la armonía de un estilo único combinando objetos antiguos con otros innovadores y modernos. Los candelabros antiguos encajan a la perfección por ejemplo en una mesa moderna de cristal; donde le daríamos un toque clásico a nuestro salón con el candelabro.